La vida va atando al hombre con vínculos de amor y odio, sentimientos que van de la mano como quizás no, es como un arco iris sin hoya de oro o un duende con una incontrolable ambición, un juego simple de palabras que en un verso no tiene coordinación, es así como se redacta la historia de un sin amor…
En un día común y corriente una taza de chocolate tibio por mi mano fue a parar, cada resoplo que le daba no sabia que ha alguien le podría perjudicar, un aroma calido y tentador que con solo el roce de mi olfato me hacia provocar y ante los ojos de un mendigo yo parecía un sucio vulgar.
¿Es así como se saborea el amor ante la mirada de alguien que lo desea? ó
¿Es así como se debe comer, ante alguien que no sabe como expresar el amar?
Para ello no existe respuesta, quien se mantuviese descalzo bajo una panela de hielo sabría responder con mucha seguridad estas preguntas, pero no soy yo quien esculpe esta escultura de moralidad y por ello decidí donar mi trono de lujuria y curiosidad.
Fue así como aquel bocado de mi boca debí quitar, porque una mirada amiga con ganas de probar me sedujo a decirle, es tuyo este manjar, pocos días pasaron y de mi boca un murmullo solía escuchar, era tan simple lo que decía
“Tonto, nadie ofrece comida si te avisan que se desperdiciara”
Quizás fue mi corazón noble quien dijo, por la alfombra roja puedes caminar y dentro de mi ojos un Sr. me decía piensa antes de actuar, pero como un ser humano me suelo equivocar, ahora el detalle es como hacer para retomar el fruto que cayó en mi mano y ofrecí sin pensar, sabiendo que mis labios se morían por probar aquel rico y delicioso manjar.
Muchos nombres ha tenido: Anukis, Venus, Afrodita, Lilith, Tlazoltéotl, Freya, Kāmadeva y pare de contar, pero en este caso ella ama el chocolate y yo solo soy un espectador que le encantaría probar.
En un día común y corriente una taza de chocolate tibio por mi mano fue a parar, cada resoplo que le daba no sabia que ha alguien le podría perjudicar, un aroma calido y tentador que con solo el roce de mi olfato me hacia provocar y ante los ojos de un mendigo yo parecía un sucio vulgar.
¿Es así como se saborea el amor ante la mirada de alguien que lo desea? ó
¿Es así como se debe comer, ante alguien que no sabe como expresar el amar?
Para ello no existe respuesta, quien se mantuviese descalzo bajo una panela de hielo sabría responder con mucha seguridad estas preguntas, pero no soy yo quien esculpe esta escultura de moralidad y por ello decidí donar mi trono de lujuria y curiosidad.
Fue así como aquel bocado de mi boca debí quitar, porque una mirada amiga con ganas de probar me sedujo a decirle, es tuyo este manjar, pocos días pasaron y de mi boca un murmullo solía escuchar, era tan simple lo que decía
“Tonto, nadie ofrece comida si te avisan que se desperdiciara”
Quizás fue mi corazón noble quien dijo, por la alfombra roja puedes caminar y dentro de mi ojos un Sr. me decía piensa antes de actuar, pero como un ser humano me suelo equivocar, ahora el detalle es como hacer para retomar el fruto que cayó en mi mano y ofrecí sin pensar, sabiendo que mis labios se morían por probar aquel rico y delicioso manjar.
Muchos nombres ha tenido: Anukis, Venus, Afrodita, Lilith, Tlazoltéotl, Freya, Kāmadeva y pare de contar, pero en este caso ella ama el chocolate y yo solo soy un espectador que le encantaría probar.
