He descubierto que en semanas, ansioso me he vuelto...
Caprichos o deseos siempre están al asecho,
la vedad es que no se que frutos me traigas,
de hecho no se si pensarte de alguna forma me atraiga.
Te volviste humo e incienso,
un aroma calido y a veces muerto.
Fuiste muy dulce sin consentimiento,
pero la verdad que a veces me siento incompleto.
No soy depredador que exige carne,
ni estoy hambriento para acorralarte,
pero si en realidad quieres ser quien me mantenga lleno
demuéstralo sin miedo.
Calida o fría como te conocí así te quiero,
pero no dejes que la soledad haga,
que este sea mi ultimo verso.